Se le da este nombre a los presagios deducidos de la acción del viento sobre el agua.
Se dice que hay que invocar a los genios o espíritus del agua y estos te darán una respuesta.
El método consiste en:
Colocarse en una prominencia, evocarlos con la cabeza cubierta, depositar en el suelo una vasija de cobre llena de agua y observar el cmportamiento de esta, pues los espíritus y/o genios invocados nos darán la respuesta.
Estas contestaciones se obtienen por medio de las ondulaciones del agua. Si esta queda inmovil es señal de que aquello por lo que se pregunta no tendrá feliz desenlace. Si se riza por completo, hay que esperar mejor éxito. Si sólo se riza en parte, el éxito sólo será a medias, hay que temer traición, alevosias o enemistades por parte de aquellos a quienes suponemos que están de lado del vaso cuya porción de agua quede inmovil, y hay que esperar auxilio, liberalidad y amistad sincera de parte de aquellos que suponemos que ocupaban el lugar contrario.
En resumen:
Agua inmovil, malo. Agua rizada, bueno.